El Congreso de la República , considerando
la excesiva extensión de la provincia de Abancay y la situación topográfica
para la difícil expedición de documentos administrativos y circulación de
ordenes superiores, crea la provincia de Anta, considerando la división natural
que demarca el río Apurímac, el 19 de
noviembre de 1839.
El
Gran Mariscal Agustín Gamarra, creó la hermosa Provincia de Anta, en 1839 y
sigue manteniendo una superficie de 1,876.12 km2.
Época preinca
Antes de la llegada de los
incas en la ciudad de Cusco existían grupos étnicos como los Sahuasiras,
Huallas, Lares, Poques y Antasayac. Posiblemente, de este último descienden los
pobladores de la provincia de Anta. Etimológicamente, Antasayac proviene de dos
voces quechuas Anta: “cobre” y Sayac: “residente”, por lo que Antasayac
significaría “habitante de la región cuprífera” (Anónimo, 1957). Por otro lado
Rostworowski menciona a los Ayarmacas como un pujante curacazgo asentado en territorio
cusqueño en el momento de la llegada de los incas, que en la parte de la actual
Anta se ubicaban en Huarocondo, Zurite, Ocra, Mantucclla, Zanco, Chakepay,
Huañinmanga, Maras, Izcuchaca, Pucyura, Chacan, Cusipata y Cachimayo. La
historia considera a los Ayarmacas como importantes enemigos de los incas,
quienes los redujeron en busca de la hegemonía inca en el Cusco (María
Rostworowski, 2004).
Sabemos que antiguamente, la siempre hermosa
pampa de Anta, fue conocida con el nombre de Jaquijahuana, nombre que
desapareció en los primeros años de la colonia, dejando para el presente, sólo
algunos vestigios de lo que era realmente este hermoso valle que se dice, fue
habitado por los Mitimaes procedentes del Altiplano. Remontándonos con ello a
los comienzos del Imperio Inca, por los numerosos restos arqueológicos
existentes en la zona, como son: los andenes de Zurite, Huillque, Killarumiyoq
y otros, que se encuentran dispersos como perlas preciosas a lo largo y ancho
de esta provincia.
Época inca
La
presencia inca en la provincia de Anta se evidencia por el sistema de
andenerías que se encuentran en el distrito de Zurite, así como en la provincia
de Anta. Según el Inca Garcilaso de la
Vega , se encontraba uno de los tambos o tampus sobre el
camino real que salía del Cusco con dirección a Quito. En el distrito de
Limatambo se puede apreciar el palacio de Tarahuasi. En Mollepata se ubican los
restos de Choquechurco y en Chinchaypucyo, a 15 km del poblado, los restos
de las construcciones Ccolmay. “La dilatada pampa de Anta fue escenario de
importantes acontecimientos históricos. En este lugar, los incas, bajo el mando
del joven Túpac Yupanqui – quien luego gobernaría con el nombre de Pachacútec–
infligieron una segunda y definitiva derrota a los aguerridos chancas. A partir
de ese momento, iniciaron la expansión que consolidó el Tahuantinsuyo” (Guía
del Cusco ).
Nos
cuenta también la historia a través de Huaman Poma de Ayala, que en la Pampa de Anta, habitaron los
Antasayas, residentes de Anta, conceptos que también son considerados por
muchos cronistas que aseveran haber sido los Antasayaq, los primeros pobladores
del valle del Cusco, conjuntamente que los Alquehuisas y los Sahuasiraq, que
pasaron a formar parte de la nobleza durante el reinado de Inca Roca.
Sea cual
fuere sus primigenios habitantes, se sabe que el valle de Jaquijahuana era un
asentamiento Inca muy importante, en donde resaltaron suntuosos aposentos e
infraestructura que hoy apreciamos con admiración.
Cuentan
los cronistas que los habitantes de este hermoso valle, libraron grandes
batallas encarnizadas con los Chancas que estuvieron al mando de Anccohuayllo,
con las tropas del Inca, al mando del Principe Yupanqui, otra de las batallas
que se libraron en esta llanura, fue la que se llevó a cabo en Jaquijahuana,
entre las tropas de Gasea y de Hernando Pizarra, el cual ordenó quemar vivo a
Chalcuchimac; siendo sorprendido por Manco, hermano de Huáscar y legítimo
heredero de la corona real.
Según
los cronistas, las tierras de cultivo y pastizales en esta parte del valle eran
propiedad comunitaria de los ayllus. Su repartición, se dice que era efectuada
por el hombre más anciano de la comunidad, posteriormente por los Curacas. En
época del Imperio Inca, a la llegada de los españoles al Tahuantinsuyo, estas
tierras se dividían en tierras del Sol, tierras del Inca, la Nobleza y la de los
ayllus.
Por
otro lado, los historiadores aseveran que la Pampa de Anta hace muchos milenios, fue un lago
muy hermoso y que debido a la erosión se su suelo, el agua de este lago, se
abrió paso con facilidad por la quebrada de Pomatales; estas aseveraciones, se
apoyan en las evidencias de arena y restos de animales acuáticos que aparecen
en las partes de excesiva humedad, de pantanos y fuentes naturales que
circundan la Pampa
de Anta, la densa neblina que se posa a lo largo de la Pampa en ciertas épocas del
año y las continuas inundaciones, tal vez vendrían a corroborar estas
afirmaciones de que la Pampa
de Anta en épocas remotas, era un lago natural muy hermoso que nuestros ancestros
gozaron de ella.
Época colonial
Diciembre
de 1533, los españoles que llegaron al Qosqo, se posesionaron de su riqueza y
residencias de los nobles del Imperio Inca, el 23 de de 1534, los
conquistadores fundan la Noble
e Imperial Ciudad del Cusco, ¡símbolo de su poder y ambición, que transformó y
dio paso al despojo y nombramiento de las tierras de cultivo y pastoreo de los
ayllus existentes en la que los cronistas, consideraron y se considera como la
despensa del Cusco, la organización política que predominó en tiempo Incas, fue
gradualmente sustituida por la propiedad individual a partir de que comenzó la
repartición de tierras y pastoreo, adjudicando una mayoría de tierras a los
Caciques o Curacas que mantuvieron sus privilegios, derecho los ayllus a un
nuevo aspecto social y político que fue cimentándose a largo de los siglos, y
con mayor consistencia, a partir del presente siglo, los s ayllus, hoy
convertidas en comunidades campesinas.
Durante la colonia, en la provincia se construyó el templo del
distrito de Mollepata, que alberga un Cristo de porte natural denominado señor
de la Exaltación ,
comparado por algunos autores como Uriel García con el Patrón del Cusco, el
Señor de los Temblores (Anónimo, 1957). «Los indios denominaron poéticamente
Anta, (cobre) a la llanura y su poblado principal, porque los rayos solares, al
reverberar en las agrias laderas y peñas que al norte la ciñen, sombreadas a
menudo de nubarrones, encienden reflejos cobrizos» (José de la Riva-Agüero , 1919).
“Aquí también se jugó la suerte de Gonzalo Pizarro, cuando se rebeló contra la
corona a causa de las Leyes Nuevas, que limitaban los privilegios de los
encomenderos; en Jaquijahuana las huestes leales a la Corona , bajo las órdenes de
Pedro de la Gasca ,
derrotaron definitivamente a Gonzalo Pizarro”
Período republicano
Durante el
Protectorado, San Martín creó los departamentos sobre la base de las
intendencias y, según la guía de forasteros el departamento de Cusco, abarcaba
las siguientes provincias: Abancay, Aymaraes, Calca, Cercado, Cotabambas,
Chumbivilcas, Paruro, Paucartambo, Quispicanchis, Tinta y Urubamba. En 1838,
Don Andrés de Santa Cruz delegado Supremo de la Confederación Perú
Boliviana, mediante un decreto supremo, determina que se dé el nombre de Anta a
la provincia de Abancay. El 18 de noviembre de 1839, el Congreso Central,
considerando la excesiva extensión de la provincia de Abancay y la situación
topográfica para la difícil expedición de documentos administrativos y
circulación de ordenes superiores, crea la provincia de Anta, considerando la
división natural que demarca el río Apurímac. La tenencia de la tierra, antes
del proceso de Reforma Agraria, presentaba como características las
identificadas a nivel nacional para el medio rural. Es así que las mejores tierras
se concentraban en grandes extensiones conformando haciendas, que en 50% eran
de conducción directa y otro 50% por administradores.
Entre 1962 y
1977, la reforma había logrado fundamentalmente que las comunidades campesinas
quedaran simplemente al margen de la entrega de tierras. Los campesinos
comuneros iniciaron entonces la toma de tierras pertenecientes a las empresas
asociativas de las cuales en teoría eran socios, como es el caso de la Cooperativa de
Antapampa invadida en 1977 y liquidada en 1980. Las empresas comunales se
crearon como resultado de las primeras tomas de tierras y se generalizan con la
desaparición de la
Cooperativa. Sin embargo, algunos años después las
comunidades se parcelaron. Ahora existe una fuerte presión hacia la titulación
indiviudal de las tierras.
A
partir del 19 de noviembre de 1839, en el segundo gobierno del Mariscal Agustín
Gamarra, Anta fue elevada a la categoría de Provincia, anteriormente pertenecía
a la provincia de Abancay. En 1920, siendo Presidente de la República , Augusto
Bernardino Leguía, se dio inicio a la construcción de las carreteras, que une
Cusco, con los diferentes poblados de Anta y Urubamba. Los trabajos que
realizaron, fueron a través de la Ley Conscripción Vial que obligaba a los
comuneros a trabajar mediante el sistema de faenas o trabajos comunales.
El
ferrocarril, fue el gran catalizador para el desarrollo socioeconómico, el que
a la vez, hizo posible el incremento de la migración y el intercambio comercial
con el Valle de la
Convención , auge que sumió en un estancamiento a pueblos y
levantó a otros en su desarrollo, como es, el del pueblo de Izcuchaca, ahora en
el momento mermado dicho intercambio comercial debido al desastre natural que
arrazó la via ferroviaria Cusco - Quillabamba.